Continuamos con la publicación de las obras ganadoras de la edición 2023 de nuestro concurso literario. En este caso, os presentamos la obra que ha merecido el Primer Premio de Relato y que lleva por título “VIAJE”.

Su autor es Juan José de la Cuesta Blanco, miembro de la Asociación de Alumnos de ICAI Seniors.

El comentario sobre el relato está firmado por Concepción Mira, miembro del jurado de los premios, integrante del grupo literario de AUDEMAC y antigua alumna de la Universidad de Mayores en la Universidad Pontificia Comillas.

 

VIAJE

Mientras me alejaba de la casa, en lo único que pensaba era en desandar el camino y volver. Apenas me quedaban 500 metros de la vereda por la que se
llegaba a la carretera. Por allí pasaría el autobús.

Cada paso que daba empezó a parecerme que era un paso hacia ninguna parte, hacia todo y hacia nada, un camino circular.

Mi equipaje no era muy usual ni era posible que pasara desapercibido. Yo estaba esperando el autobús con una carretilla en la que transportaba 2 cadáveres, 3 armas y una importante cantidad de dinero.

Un sexto sentido me impelió a ocultar la carretilla tras unos arbustos y esperar en la cuneta al reiterado autobús que ya divisaba a lo lejos. No serían más de
20 segundos lo que tardaría en llegar.

Primero pensé en dejar mi equipaje donde estaba y subir como un pasajero más. No sería justo con los muertos de la carretilla.

Luego pensé en dejar pasar el autobús y tomarme más tiempo para encontrar una solución brillante a todo este embrollo. No era probable que se diera el
caso. Mi mente no daba para más.

Pensé en arrojarme a la calzada antes de que se detuviera y acabar ahí y así mis días.

Pensé en arrojar los cadáveres al paso del vehículo y olvidarme de todo.

Al fin, recogí equipaje y demás enseres, hice una señal al conductor para que no se detuviera e inicié el camino de regreso.

En un recodo me detuve, de la carretilla saqué el cadáver del que había sido mi más querido ratón durante años y lo enterré al borde del camino.
Pocos metros más adelante, a mi querido gorrión caído precozmente del nido y muerto del impacto, le hice con ramas y lágrimas un nido-nicho en la rama más alta que fui capaz de alcanzar en uno de los robles que aquí abundan.

Llegué a la casa, entré en ella, juré no volver a abandonarla. ¿El dinero? ¿Qué dinero? ¿Alguien ha hablado de dinero?

¿Y de armas? Sí. Eran 3. La nostalgia, la pena y el dolor.

GORRIATÓN

 

Comentario sobre el relato: VIAJE

Alguna vez he leído, que la literatura, la buena literatura, es el alimento del alma.

Siguiendo este símil, los cuentos son como los bombones: pequeños, deliciosos y nutritivos.

“Viaje” empieza planteando la zozobra ante una decisión importante, la duda ante lo desconocido y el peso de un equipaje insólito.

Ya se vislumbra el autobús a lo lejos, ya se intenta esconder la carretilla tras unos arbustos.

Sigue la gran duda, la indecisión. Se plantean alternativas trascendentales, algunas de suma gravedad. El protagonista toma una decisión.

Y de repente, el relato da un giro sorprendente y como en los bombones rellenos, lo que saboreas es aún mejor que lo anterior. Las piezas encajan y el espíritu se serena. La reflexión se impone.

Y todo esto en solo 350 palabras. ¡Magistral!

Gracias por participar, querido GORRIATÓN.

¡Enhorabuena! A ti, por tu magnífico relato y a todos nosotros, por tener la oportunidad de compartirlo contigo.

Concepción Mira