Aprendizaje a lo largo de toda la vida, formación permanente… son conceptos que ahora se manejan mucho en el ámbito universitario. Y sin embargo, ha existido siempre. Todos para progresar en su trabajo han debido mantenerse al día, reciclarse a lo largo de los años.  En el  plano particular sin embargo, a veces no ha sido posible dedicarle demasiada atención.

Y entonces llega la jubilación, pre-jubilación o un momento en la vida – los hijos ya son todos adultos- en el que muchas personas deciden concederse un tiempo para ellas, para sus inquietudes intelectuales y profundizar en Humanidades. Esto se plasma asistiendo a la Universidad de Mayores. En Comillas son muchos los alumnos que han pasado por sus aulas quemando etapas en ese aprendizaje continuo que empieza con cinco años de enseñanza reglada y no acaba nunca.

Estamos en mayo, y en este mes tiene lugar la graduación de los alumnos de quinto curso en un acto solemne en el Aula Magna, del que daremos cuenta en su momento. Hoy nos detenemos en hablar con uno de ellos, Antonio García Casquero delegado de curso, para tener una vista panorámica de la clase. Cada uno tiene su historia, por supuesto, pero todos muchos lazos en común que han ido forjando su amistad y que mantendrán en el futuro.

Cinco años en Comillas, ¿el tiempo ha pasado rápido?

Si, muy rápido. A pesar de todas las cosas que han sucedido parece mentira que hayan pasado cinco años.

¿Cuántos alumnos componen la promoción?

Somos 32 alumnos.

¿Habéis perdido compañeros por el camino? La pandemia retrajo a algunos…

En 2018, si no recuerdo mal, comenzamos 34 alumnos. La pandemia supuso una ruptura del grupo ya que casi la mitad de los compañeros se dieron de baja. Fueron momentos complicados en los que tuvimos que pasar a las clases a distancia y muchos optaron por dejarlo. Tras la pandemia se incorporaron a nuestro curso compañeros que habían iniciado los estudios en 2017 y cuyo grupo había desaparecido por el número de alumnos que se dieron de baja. Varios compañeros que comenzaron con nosotros y se dieron de baja se reincorporaron posteriormente a la Universidad en otros cursos. Lo cierto es que la pandemia lo trastocó todo.

Cómo llegaste a la Universidad de Mayores y desde dónde

En 2018 y tras 43 años de actividad laboral tuve la oportunidad de retirarme. Mi trayectoria profesional estaba en el ámbito legal y el de los Recursos Humanos. Pensé que tenía la oportunidad de poder dedicar tiempo a profundizar en las Humanidades, que siempre me han atraído, y tras comparar los programas de las distintas universidades me decanté por el de Comillas ya que me pareció el de mayor calidad.

Del programa de Humanidades, que asignatura, o asignaturas te atraen más

Desde siempre ha sido la historia la que más me ha interesado, pero quizá porque es a la que más tiempo había dedicado, han sido la filosofía y la literatura las que me han aportado más conocimientos.

¿Introducirías en el programa alguna novedad?

Aunque es difícil incorporar más cosas, ya que la carga lectiva actual es muy ambiciosa, creo que podría enriquecerse con una visión de la historia y el pensamiento oriental. Quizá podrían incorporarse como asignaturas optativas.

¿Qué tal los profesores?

Nuestra opinión sobre los profesores es, en general, muy buena. Y hay algunos profesores que considero son excepcionales y nos van a dejar una profunda huella.

Danos una visión panorámica de tus compañeros, la procedencia suele ser muy variada…

Pues como suele ser habitual, aunque no sé por qué, la mayoría son mujeres. Tenemos un abanico amplio de edades, pero todos tenemos el espíritu muy joven y ganas de aprender. La relación entre todos es muy buena. La procedencia es muy variada, hay abogados, ingenieros, médicos, empresarios… y también personas que se acercan ahora por primera vez a la Universidad y que están encantadas con esta experiencia.

Más allá de la amistad ¿ha surgido alguna otra relación?

Pues que yo sepa no, pero quien sabe. Lo más significativo es que empiezas con un grupo de desconocidos y acabas con un grupo con el que te sientes muy a gusto y que a muchos de ellos les puedes llamar amigos.

Te eligieron Delegado de curso, ¿Cómo te ha ido?

Me eligieron en primero y pensé que iba a ser solo para ese año, pero al final, han sido los cinco. Le tienes que dedicar un poco de tiempo, pero cuando tienes un buen grupo de compañeros consideras que es un tiempo bien empleado. El principal reto se produjo durante la pandemia ya que la Universidad de Mayores no contaba en ese momento con la plataforma para clases a distancia y los delegados nos organizamos con los profesores para que con los medios que tenía cada uno pudiéramos continuar las clases. A pesar de las dificultades, salió bastante bien.

En la Junta de AUDEMAC eres el responsable de Interrelación con Socios y Universidad, ¿en qué consiste este enunciado, elevas sus quejas si las hay, sugerencias…?

Pues por simplificar se trata de analizar y mejorar la manera en la que la asociación se comunica con sus socios y con la Universidad.

Este año nos hemos centrado en la comunicación con los socios, mejorando la página web y preparando otras iniciativas que se van a poner en práctica a corto plazo. Una de ellas será facilitar un espacio a los socios para que puedan comunicarse entre ellos.

El día 30 mayo, Comillas se vestirá de gala para la fiesta de vuestra graduación. Preparar un acto así no es fácil ni para la dirección ni para los alumnos ¿Habéis formado un comité?

Pues es verdad que organizar un acto así es complejo y hay muchas cosas a tener en cuenta. Empezamos a organizarlo el pasado año y ahora estamos perfilando los últimos detalles. Por parte de los alumnos cuento con la colaboración de una compañera: Patricia Ballester, a la que agradezco su dedicación y entusiasmo, y por parte de la UMA a Carlos Sánchez, como Director, que está poniendo todo su empeño y buen hacer, y Olga Martín, secretaria de la Universidad que está haciendo también un estupendo trabajo. Durante el periodo de baja de Carlos también estuvo participando Anabel Ruiz. Trabajar con la dirección de la Universidad está siendo muy fácil ya que además de ser muy eficaces están volcados en que todo salga lo mejor posible.

La elección de quien os apadrinará, alumnos que intervendrán ¿muy reñida?

Pues elegir al padrino no ha sido difícil, pero si peculiar. Los que comenzamos en 2018, queríamos que fuese la profesora Marina Solís cuya primera clase en Comillas fue con nuestro grupo en primer curso y teníamos una relación especial con ella. Pero resultaba que los compañeros que comenzaron en 2017 y se incorporaron con nosotros en cuarto no la conocían. Afortunadamente, en cuarto tuvimos al profesor Daniel Ortiz cuya primera clase en Comillas fue también con nuestro grupo y como había consenso en que él podía ser nuestro padrino le propusimos a Carlos Sánchez tener una madrina y un padrino. Carlos entendió la situación y excepcionalmente vamos a tener a Marina y Daniel como padrinos de nuestra promoción.

En cuanto al alumno que intervendrá, como tradicionalmente es el delegado, y tampoco nadie se ha postulado, pues seré yo el encargado de decir unas palabras en representación de los compañeros.

Además del acto académico está el tradicional viaje de fin de curso ¿Dónde vais?

Pues vamos a Nápoles. Visitaremos también Pompeya, Herculano, Paestum y la costa Amalfitana.  Lo esperamos con muchas ganas.

Como resumirías tu paso por la Universidad de Mayores

Creo que fue un acierto haberme matriculado en esta Universidad. Todos hemos podido conocer a estupendos compañeros y a grandes profesores. Hemos tenido oportunidad de cursar asignaturas muy interesantes, que nos han abierto puertas para poder profundizar. Y, además,hemos podido participar en multitud de actividades organizadas por AUDEMAC.

Han sido muchos buenos momentos.

Seguro que no todos vais a romper la relación con la UMA. CAEC os espera, y los Seminarios

Efectivamente, muchos vamos a seguir con el CAEC, y otros van a asistir a seminarios, así que la mayoría seguirá vinculada a la UMA.