Empezó haciendo etapas del Camino hace 3 o 4 años (ya no se acuerdan) este intrépido equipo femenino que este año incluía un solo hombre simbólico!
Vuestra vicepresidenta, tesorera y compañeras/o han caminado 130 km en 5 días en el Camino portugués… otra gran hazaña.
Nos escribe nuestra senderista infatigable Amelia:
“Os envío un pequeño resumen de nuestro camino de Santiago que ha hecho Maite Mariscal, una de las nuevas incorporaciones que venía con mucho miedo y lo ha finalizado como una campeona!!”.
PEQUEÑA CRÓNICA SOBRE EL CAMINO PORTUGUÉS
Preparado con ilusión desde el mes de mayo, el Camino de Santiago portugués por la costa PORTO-A GUARDA (trayecto de 130 Km.), se programó concentrando las marchas en cinco días, de forma que de los siete días de viaje pudiéramos dedicar uno completo a la visita de Oporto.
El jueves 16 de septiembre nos encontramos diez personas en el aeropuerto de Barajas para viajar a Oporto, un grupo variopinto formado por seis “galácticas” y cuatro “añadidos”. Nueve mujeres y sólo un valiente representante del género masculino emprendimos ilusionados el viaje. En el aeropuerto, reencuentros, presentaciones e ilusión. Gracias a nuestra incansable líder de grupo Amelia, que está llena de recursos, instalamos en nuestros teléfonos una aplicación para los gastos comunes que ha sido un descubrimiento para todos y ha resultado de lo más útil.
Un día y medio para visitar esta gran ciudad no parecía tiempo suficiente, pero de nuevo Amelia nos sorprendió al tener contactada una organización de guías, con los que hicimos un recorrido intenso y sacamos el máximo partido de esas horas y pudimos hacernos una idea de su orografía e historia.
Comenzamos el camino el sábado 18 de septiembre en la Praia de Leça, buen humor, un tiempo ventoso y soleado, el océano Atlántico a nuestra izquierda, todo ello nos acompañó hasta el final. Pasarelas de madera entre dunas, senderos umbríos entre pinos y eucaliptos, empedrados que pusieron a
prueba a nuestros pies, playas interminables, bifurcaciones que nos hicieron dudar y mucha conversación mientras caminábamos que ha ido tejiendo una amistad y empatía entre todos, de la que estoy segura guardaremos un magnífico recuerdo.
Así hemos completado todas las etapas: Povóa de Varzim, Esposende, Viana do Castelo, Caminha y Porto Mougás, desde dónde nos llevaron a Bayona, para volver al día siguiente a Madrid. ¡Objetivo conseguido!
Alguien dijo que el viaje no se mide en millas sino en amigos y yo suscribo enteramente esta afirmación, en mi humilde opinión, este ha sido un Camino de sororidad y de conocimiento y os estaré siempre agradecida por haberme permitido compartirlo y disfrutarlo.
Maite Mariscal