Primer premio Poesía 2021, para el poema titulado “Tú”, presentado bajo el seudónimo de “io” y del que es autor: Nicasio Ortín.

En 2020 en el Concurso del XX Aniversario, Nike (para los amigos) ganó dos segundos premios de poesía y microrrelatos, la primera vez en la historia del concurso que una persona gana dos premios en el mismo año. En 2021 se ha graduado a un primer premio. Enhorabuena Nike!

Aquí su poema ganador:

“Tú”

Vaivén incandescente que enciende mis antojos,

tus ojos

 

Látigo extravagante de mi feliz desvelo, 

tu pelo

 

Araña delirante que me ataca temprano,

tu mano

 

Final efervescente de mi espera insumisa,

tu risa

 

Ojos, pelo, mano, risa.

Pero solo un sustento que mi vértigo calma,

tu alma

 

Reseña del Jurado por nuestro director, Angelo Valastro

Ya el título y el autor llaman la atención, Nicasio: un “Tú” presentado por un “Io”, es decir, por un “Yo” italiano. Y, encima, vas y te lanzas con un ovillejo revisitado: ¡todo un reto! El bueno de Cervantes, que algunos consideran el padre de esa forma poética tan curiosa, estará orgulloso: no es fácil unir sonrisa y sentimiento profundo, técnica y ligereza.

Y tú, Nicasio, lo has conseguido. ¿Cómo? Olvidándote de tu “yo”, creo yo. Olvidándote de tu “yo” para pensar en tu “tú”, uno con tilde y el otro no, movido por el deseo de expresar lo único que cuenta en esta vida y que, por esta misma razón, es lo más difícil: un “nosotros” lleno de complicidad y amor. Los ojos, el pelo, la mano y la risa son los de una mujer que no es “tuya” como puede ser tuyo un coche o un libro, sino como una persona sin la cual tú no eres tú, como una persona que sin ti tampoco puede ser ella.

Que digan lo que quieran los defensores de los muchos “-ismos” contemporáneos, los que dicen que hay que pensar en sí para ser felices y hacer felices a los demás. ¡Todo lo contrario! No hay “yo” que valga sin “tú” y no hay nada tan valioso como un “nosotros” verdadero, es decir, como un nosotros que no se escuda en un artículo determinado y excluyente, en un “nosotros los…” o en un “nosotras las…” que son peores de cualquier “yo” aislado, sino que busca agrandar su alma y, de allí, el alma de todos los que se le acercan, para enfrentarse a lo que con toda razón llamas el “vértigo” de la existencia. ¡Enhorabuena, Nicasio! Yo también quiero ser como tú…